Jerez de la Frontera (Cádiz). 2010
Analizadas las premisas de partida, junto con los condicionantes urbanísticos (alineaciones a viales y sus rasantes), las orientaciones y los pequeños desniveles de la parcela, nos permite plantear un edificio con entidad de pieza exenta pero a la vez respondiendo a cada una de las circunstancias que lo rodean: así hemos proyectado un edificio de dos plantas en forma de peine hacia las medianeras de las viviendas y con fachada continua a la calle Afrodita.Respetando el retranqueo de fachada proyectamos un zócalo como basamento hacia las calles principales sobre el que vuela la planta superior para reforzar la entrada. Así el edificio se descompone en dos piezas para resaltar más la horizontalidad: el estuco blanco cobija al acero corten de la entrada y sus rampas de accesos. El acceso se realiza desde la zona de menor cota de la parcela, aproximadamente 1/3 de la longitud de la calle Afrodita desde la esquina con la calle Hermes. En la zona más al noroeste de la parcela, próxima a la parcela contigua de equipamiento, el edificio se retranquea más para permitir una zona ajardinada en su interior. El edificio se estructura en torno a cuatro patios interiores perpendiculares a la calle Afrodita, una crujía en fachada principal y una galería de comunicación entre los peines en el lado suroeste de la parcela (evitamos las vistas a los patios de las viviendas unifamiliares). Hacia el otro frente, en el retranqueo con la parcela de equipamiento, el edificio se muestra como una fachada más. En la zona de retranqueos proyectamos zonas ajardinadas protegidas mediante valla del exterior. Desde la calle Hermes disponemos una calle rodada entre el edificio y el cerramiento de los patios de las viviendas para salida de evacuación y acceso rodado al sótano de aparcamientos. El edificio aunque se estructura en forme de peine, pretende responder de forma particular a las peculiaridades morfológicas de la parcela, así las esquinas se enfatizan con los vuelos y retranqueos en una vocación de edificio exento que intenta responder con mayor protagonismo hacia la zona de la entrada. Hacia las vistas de las viviendas el edificio presenta una fachada más ciega solamente horadada por los pasos acristalados entre los diferentes peines. La incorporación de la vegetación exterior, de los jardines perimetrales en el interior del edificio a través de sus patios es importante en un entorno tan anodino. Desde el punto de vista arquitectónico el edificio se supedita a la vegetación, a la escala humana, y su contacto íntimo con la naturaleza. La relación entre la arquitectura y la vegetación es otro argumento ante la necesidad de construir en esta parcela tan peculiar: la coexistencia entre lo privado y lo público, entre el interior y el exterior, y la necesidad de crear un edificio representativo y dotarlo de signos arquitectónicos reclamados por la sociedad.