Dessau (Alemania). 2015
La propuesta se plantea como un tablero de juego con unas reglas en principio infinitas y que pueden ser modificadas sobre la marcha, siempre atendiendo a la funcionalidad. “Aprender haciendo”: con un solo módulo cuadrado de 13,20 x 13,20m y su diagonal se conforma todo el espacio museístico, además de los dos patios intermedios. Este módulo con lucernarios triangulares en cubierta se adapta a todos los espacios interiores en forma de collage como si de una estructura de Froebel se tratara. Un conjunto de formas derivados del arte geométrico abstracto basado en una especie de gramática visual común.
Dos materiales, de gran presencia y materialidad deben conformar la envolvente exterior, por una parte un aplacado en chapa de cobre y por otro mármol de alabastro. El primero, con el paso del tiempo, integrará el edificio como un pabellón “verde” dentro del parque, y el otro le conferirá a los interiores una luz difusa a través de los lucernarios, para así poder manipular mejor la luz interior artificial.
Si asimilamos la materialidad y texturas de estos materiales como valores básicos de la pintura, la estructura geométrica de la planta de Froebel como la escultura que se alza hacia al cielo, y que la forma final es la necesidad programática como la arquitectura, tendremos la síntesis de todas las artes en la obra de arte total: el edificio. En él se unen los valores básicos de la pintura, la escultura y la arquitectura en una estructura emotiva que simboliza la cultura de la época.