Jaén. 2004
El solar se encuentra en el casco antiguo de Jaén, en la denominada por el planeamiento urbanístico “manzana de San Andrés”. Esto supone una oportunidad para desarrollar un edificio de viviendas en régimen de alquiler, que permita integrar en el corazón de la ciudad a personas con escasos recursos económicos, reuniendo a personas mayores (acogidas o no a problemas asistenciales) y a jóvenes que buscan su primera vivienda (con realidades familiares diferentes). Con una topografía en pronunciada pendiente, el espacio se asienta sobre la antigua judería, donde el abandono de las edificaciones ha provocado un avanzado estado de ruina y desarticulación del tejido urbano. El programa de necesidades se resuelve mediante edificación abierta que a su vez se adosa delicadamente a las medianeras, dando continuidad al tejido existente, y adaptándose a la topografía mediante la creación de plataformas y plazas sensiblemente inclinadas, que permiten articular la trama urbana que las circunda al tiempo que reordenan el espacio. Se proponen edificios independientes y relacionados a la vez, envueltos por una piel de contraventanas de madera que los protege de la fuerte radiación solar y, recorridos mediante pasarelas de circulación protegidas por una celosía conformada por paños de lamas de hormigón blanco que tamizan el sol de verano y el ruido. Estas antitéticas pieles de madera y hormigón abrazan a los edificios reuniéndolos en un conjunto de viviendas donde conviven personas, jóvenes y mayores, elevándose sobre los espacios de uso comunitario. La diferencia rasante de 13m en la sección transversal del solar, obliga a una disposición de la planta de aparcamiento en la zona más baja, con acceso rodado por la calle San Andrés, donde se retranquea la alineación del edificio dotacional para mejorar el espacio de maniobra. La adaptación de esta planta semisótano se hace sin grandes excavaciones ni movimientos de tierras, preservando los restos arqueológicos que puedan aparecer e integrándolos en el diseño definitivo. Los usos comerciales se ubican en la planta baja de la calle Martínez Molina y en la gran plaza central con objeto de dinamizar y mejorar los servicios del barrio, las viviendas para mayores en las calles Martínez Molina y San Andrés. El uso dotacional bajo las viviendas de mayores de la calle San Andrés y en edificio específico sobre el acceso rodado del aparcamiento. El uso de aparcamiento ocupa gran parte de la manzana bajo rasante, con una capacidad de 92 plazas, se ilumina y ventila a través de la calle del Rostro. El edificio persigue, desde su diseño general, su adecuación a los criterios de sostenibilidad, sistemas pasivos de ahorro energético y respeto al medio ambiente (materiales, mantenimiento, consumo energético, etc.). La topografía del terreno y los parámetros urbanísticos nos conducen a unas cubiertas inclinadas, en una disposición escultórica donde a su vez se integran las instalaciones por captación de energía solar.